Friday, December 9, 2016

Democracia en Peligro: Humanidad y Naturaleza en Peligro Mientras Simultáneamente Surgen Nuevas Opciones

Por Giorgio Piacenza


La pérdida de los mejores valores modernos, la decadencia institucional, la nueva fuerza de poblaciones, las respuestas populistas nacionalistas ponen en peligro la continuidad y la evolución de la democracia pero asimismo surgen nuevas opciones aptas para extender nuestras perspectivas y adaptar la cultura, la política y la sociedad a un mundo altamente interconectado e interdependiente.


Los valores democráticos liberales modernos y sus sistemas democráticos correspondientes (normalmente asociados al capitalismo) son aceptados en primera instancia con relativa facilidad por la mayoría de las personas de forma casi universal y por ello se podría afirmar que estos valores en efecto no solo tienen características más inclusivas y deseables sino, por lo menos, psicológicamente ‘universales’. Las democracias liberales normalmente asociada al capitalismo (que promueve producción y riqueza pero que, por su propia naturaleza, tiende a excluir, acaparar y a monopolizar si no es bien controlado por el estado) tienen ofrecen libertades y posibilidades a intereses privados que pueden frenar su evolución hacia sistemas democráticos superiores. Lo atractivo de los sistemas liberales es que las personas tienden a aceptar la libertad de elegir y el respeto a su dignidad en contraste con la búsqueda de sentido y dignidad que generalmente los reinos, teocracias, y regímenes autoritarios promueven.  Pero la democracia liberal y sus valores se hayan en peligro ya que, debido a la decadencia institucional, el sentido de vida que formas políticas más autocráticas podrían ofrecer pueden volverse más ideológicamente atractivas nuevamente.


Hoy están en peligro, pero quizás no tanto ante opciones (parcialmente “liberales” y modernas pero, por lo general, menos democráticas y más autoritarias) asociadas al socialismo marxista. Están en peligro porque han sido disminuidas por influencias oligárquicas y plutocráticas especialmente en los Estados Unidos (que antes más personas alrededor del mundo querían emular). También están en peligro (en diversos países occidentales industrializados donde la democracia moderna ya se había consolidado de forma coherente) por la creciente aceptación de populismos nacionalistas extremistas, aislacionistas, unilateralistas y conservadores. Utilizando las libertades democráticas se llega (representando los sentimientos pre-racionales de sectores frustrados y atemorizados) a un retroceso a formas populistas que en su reciente libro “Political Order and Political Decay” Francis Fukuyama relaciona a “estados neo patrimoniales”. Fukuyama consideró en su libro “The End of History and the Last Man” que los “Estados Modernos” (expresando un equilibrio de fuerzas entre estamentos del estado, el reino de la ley y el respeto al individuo por sobre intereses particulares) sería el natural fin del camino en la búsqueda de sistemas políticos. Y creía que con la caída del Muro de Berlín, el aumento del número de democracias liberales en el mundo y la desarticulación de la Unión Soviética, la humanidad se aproximaba a este reconocimiento, a un estado de relativa tranquilidad sin grandes y apasionadas luchas políticas que habían marcado a la historia. 


Los políticos electos en estas democracias representativas en etapa regresiva son afines a segmentos de la población poseedores de una identidad y visión reducida y por ahora (ofreciendo soluciones sencillas a sus frustraciones, pérdida de estatus social, temores y prejuicios) han ido triunfando por sobre segmentos de la población con identidades y visiones más posmodernas y pluralistas. Algunos de los personajes que simplemente serían dictadores están ingresando al poder político utilizando los medios políticos de las democracias liberales. Cuan histriónicos y carismáticos son ante las cámaras y cómo ofrecen soluciones directas y simplistas les ayuda sobremanera. Ingresan al poder criticando a las detestadas élites y, manipulando en nombre de la voluntad y el sentir popular, deterioran el diálogo e imponen manejos que corrompen a las instituciones. Las emociones tienen más efecto que los datos comprobados.


Pero ya que la continua evolución cultural y política hacia la estabilidad de los “estados modernos” (y posibles estructuraciones políticas posteriores) no está asegurada (ni en el pensamiento de Fukuyama ni en la Teoría Integral que en parte orienta mi pensamiento), hoy estaríamos ante un fenómeno regresivo que desestructura a los “estados modernos”. Desestructuraría la evolución social y política hacia estos “estados modernos” reavivando elementos de estados “neo patrimoniales”, una decadencia o regresión hacia “estados patrimoniales”.   


No cabe duda que, aparte de los abusos, de la supresión asimilación y directa destrucción de sociedades no occidentales, acaecida durante la pre-modernidad mercantilista teocrática y, luego, durante la modernidad colonial y post colonial,  también la implementación de los valores humanistas y las estructuras políticas liberales han logrado grandes mejoras en la vida humana, incluyendo en estos beneficios a mayores segmentos de la población (tales como una mayor educación general, mejor salud pública, mayor libertad personal, reconocimiento de minorías, una mayor sensibilidad y conciencia inclusiva y, aunque no parezca ya que las noticias a corto plazo por lo general son negativas, una marcada disminución de la violencia inter personal y general a través de los siglos). Así lo demuestran Steven Pinker en “The Better Angels of Our Nature” y Matt Ridley en “The Rational Optimist”.  


Pero, aun así, se han dado grandes desgracias humanas y una gran depredación irracional de la flora y la fauna del planeta dentro de la modernidad pero – aparte del excesivo celo por implementar los métodos modernos de explotación, producción y consumo “racionales”, gran parte de los males habrían sido causados por el abuso de las posibilidades ofrecidas por las tecnologías de una modernidad aprovechada por personas e intereses privados primordialmente regidos por psicologías autoritarias, excluyentes y pre-modernas. Serían personas que, utilizando sistemas democráticos liberales modernos, llegan al poder político y económico para manipularlo y extraer desconsideradamente beneficios personales, una situación que ha llevado al cinismo respecto a los valores liberales y que ha influido en la decadencia institucional en desmedro de los beneficios que la “modernidad ideal” debería ofrecer a los grandes colectivos humanos. Dicho de otro modo, la modernidad en sí no sería algo tan destructivo meramente destructivo para con los más débiles si las personas que ostentan el poder tuviesen consciencias más responsables e inclusivas. 


Pero en términos generales, el equilibrio entre los poderes del estado, la posibilidad de elegir en comicios (gradualmente ampliada a más segmentos de la población), el aproximado dominio de la ley y el respeto al individuo han generado – a largo plazo - mejoras en el nivel de vida de la población. Las clases medias van en aumento alrededor de la mayoría de los países del mundo, generando mayores expectativas respecto a la calidad de vida personal gracias a la adopción parcial o extensa de valores liberales modernos. 


Lo que se haya hoy en juego (debido a la decadencia institucional, a los nuevos autoritarismos y al control que grandes consorcios e intereses corporativos, privados y financieros ejercen de forma intra-nacional y transnacional  generando un crecimiento del cual se benefician las élites en países ejemplo como los Estados Unidos), es la continua evolución emancipadora, aún más inclusiva y empoderadora de las democracias liberales modernas, primero hacia etapas políticas posmodernas más igualitarias, horizontales y ecológicamente sostenibles y luego hacia etapas integrativas en las cuales múltiples visiones del mundo puedan participar en la construcción de una visión planetaria conjunta de forma sinérgica. Idealmente, en la etapa “integrativa” se superaría por primera vez en la historia humana el pensamiento mono lógico o los exclusivismos basados en una visión falsamente absolutista. No solo se superarían los falsos universalismos teocráticos y cientifistas sino los universalismos tribales propios de etapas pre-teocráticas que, aunque podrían haber integrado mejor practica de vida con su entorno natural, sutil y espiritual, mantenían un nivel de identidad demasiado limitado o local sin un gran uso del análisis y del discernimiento comparativo. 


En cierto sentido, el movimiento evolutivo hacia una política y civilización “integrativa” (no moderna ni posmoderna sino “post posmoderna”) realmente sería un “fin de la historia conocida” en la cual apegos a verdades parciales trataban de imponerse a apegos hacia otras verdades parciales. Se superaría el pensamiento excesivamente dualista y dicotómico (desconector de la humanidad con la naturaleza) propio de la pre-modernidad teocrática-absolutista-monoteísta. Se superaría el pensamiento racional-aristotélico clásico, científicamente absolutista y desconector de la naturaleza, propio de la modernidad clásica. Y se superaría el pensamiento excesivamente igualitario u “horizontal” pero, asimismo, excesivamente relativizante (y sin claras opciones para construir un futuro) propio de la posmodernidad o del cuestionamiento de la modernidad clásica. 


La posmodernidad debe servir para superar los excesos del uso de la razón lineal e instrumental propios de la modernidad pero no para destruir sus bases. Como dice Ken Wilber, eso es mal entendido por personas en estadios de desarrollo psicológico personal pre míticos y pre-modernos; personas que necesitan estructura y un orden impuesto. El discurso posmoderno relativizante lo entienden como un permiso para hacer lo que quieren de forma colocar los derechos cívicos y sociales por sobre sus intereses o gustos personales. Por ello también pueden ser manipulados por demagogos agitadores y populistas. Ellos utilizan el deseo de creer en un salvador y un cambio...conmueven inclusive a personas hiper religiosas con fuertes tendencias a mitificar la realidad.


Ellos utilizan el sentimiento de ultraje o de pérdida sufrido con indignación por poblaciones que han sufrido un estancamiento en el nivel real de sus ingresos junto a una pérdida de estatus social por muchos años, viendo cómo otros (que lucen como ellos y también inmigrantes) se enriquecen mientras ellos permanecen estancados. 


Pero el resurgimiento de nativismos populistas basados en el prejuicio, el temor y la frustración es un retorno parcial al tribalismo y a la atomización en un mundo donde debemos interconectarnos de forma pacífica hoy más que nunca. Esta coyuntura – la era de la post-verdad - debería ser temporal y no perpetuarse socialmente bajo controles autocráticos de larga duración. Debería ser una oportunidad para que las fuerzas progresistas de conciencia posmoderna se fortalezcan para ofrecer soluciones más adecuadas una vez que se demuestre que los autoritarismos no son adecuados.


Por supuesto que para poder evolucionar de forma cultural-conceptual y práctica también hay que reconocer que el pensamiento moderno clásico (que aún predomina como fuerza social transformadora y organizativa en el mundo) se ha convertido en hegemónico bajo un absolutismo inapropiado y además asociado al sistema de extracción, producción, consumo y distribución; a un capitalismo y al imperialismo económico y cultural; a un crecimiento irracional sin límites. Pero hay que entender que bajo influencias de personas y grupos de poder con mentalidades e identidades pre-liberales y pre-modernas, muchas aplicaciones del pensamiento moderno se han convertido en vehículos que brutalmente suprimen y sojuzgan a formas de ser y visiones del mundo no occidentales. 


En muchas instancias (debido a errores en política internacional) se ha convertido en una “esperanza abandonada” que ahora se ataca, tal como ocurre en movimientos islámicos yihadistas, extremistas, teocráticos y autoritarios que tratan de re-establecer un orden político anterior imaginado como grandioso. Sin embargo, como estas cosas no son “en blanco y negro” asimismo hay que entender que – a pesar de estas terribles tragedias – la existencia de la modernidad, sus valores, métodos, sistemas políticos fue algo ineludible para lograr una etapa evolutiva de mayor inclusión de pueblos en reconocimiento de una misma humanidad; algo necesario para lograr mayores distinciones conceptuales, organizativas, prácticas, informativas, conectivas, así como para lograr importantes descubrimientos de los patrones físicos establecidos en la materia, un aumento en la capacidad de análisis, de manipulación física y de creación tecnológica, incluyendo la posibilidad del intercambio de ideas y la proliferación de diversas teorías interpretativas de la realidad. 


Pero ante el constante avance científico y tecnológico, el mundo vital que nos toca vivir se ha interconectado de manera tal que – conformado por sistemas complejos también interconectados entre sí – emergen situaciones cualitativamente distintas e inesperadas ante las cuales, el pensamiento moderno no está equipado para responder. Y es en esta situación que requiere una evolución cultural en la cual se están dando los retrocesos anti democráticos. Existe la tendencia a abandonar acuerdos internacionales, entre ellos los acuerdos para disminuir el cambio climático y acuerdos para someterse a normas internacionales.  


En esta situación tenemos a un gran país autoritario como China convirtiéndose en una potencia mundial con visos expansionistas promoviendo un modelo político propio donde desde hace décadas las selectas élites del Partido deciden casi todo benefician grandes segmentos de la población, pero (aunque se benefician ellos más) mientras lideran utilizando una burocracia eficiente. Y tenemos a Rusia retrocediendo hacia el autoritarismo y expansionismo; tenemos a muchos países árabes donde recientemente fracasaron los movimientos del despertar árabe y tenemos al líder del Partido Demócrata Barack Obama prolíficamente decidiendo UNILATERALMENTE con ayuda de asesores militares (y superando a George W. Bush) a quienes destruir utilizando drones con misiles teledirigidos.

Tenemos una gran polarización en Estados Unidos generada por una fanática e intransigente ideologización extremista, con expectativas partidarias bien instituidas al interior del Partido Republicano; situación que relega a la impotencia a quien promueva una posición moderada; situación que ha generado un Congreso ineficiente y la frustración y cinismo en millones de ciudadanos, muchos de los cuales votando contra sus propios intereses se han sentido identificados con un candidato narcisista y populista que por un lado se alinea con parte de la propaganda republicana y por otro promete reformar el sistema pero a todas luces aun evidentemente favoreciendo a las élites y (a diferencia de él) favoreciendo a personas con creencias religiosas fundamentalistas e ideologías políticas irracionales, tales como que el calentamiento global generado por el hombre no existe.


Y recientemente tenemos a una Alemania con problemas de movimientos ultra conservadores (y hasta neo nazis) por tratar de prevenir las debacles económicas de algunos países en la Unión Europea y por intentar integrar de forma magnánima a su sociedad muchos inmigrantes. Sin embargo, en este último caso, vemos que también están a punto de tonta y provocativamente prohibir el uso del burka como antes sucedió en Francia, algo que inútilmente exacerba el resentimiento y las sospechas de jóvenes musulmanes que podrían sentirse aún más atraídos al extremismo. Una medida tan idiota como prohibir velos en misa y colgarse un rosario del cuello.


Ya no es fácil establecer autoridades creíbles y duraderas en el tiempo. En democracias todas son muy cuestionadas. Además, en este nuevo mundo de opiniones, son las más populares y fáciles de entender y no las mejor razonadas y correctas las que -ante un electorado poco educado- tienen ventaja. Todo es cuestionado con contundencia porque se informa con contundencia y prejuiciosamente a grupos divididos empobrecidos por clase y cultura por lo que muchos creen estar bien informados sin saber que primariamente se dedican a confirmar prejuicios. Así, el debate inteligente – aquel en el nos atrevemos a ceder y a admitir el error - se hace imposible. Grupos de relegados recobran formas de entender qué es lo que les ha pasado, porqué perdieron su prestigio y estatus. Lo hacen por medio de ideologías que se les vende y refuerza de forma visual, bulliciosa, simple, emotiva y contundente. Y se convierte en un asunto de fe y de reivindicación; una causa que los líderes e intelectuales de la izquierda liberal no comprenden.  Eso revela el tipo de pensamiento de derecha que está inspirando a tantos de estos movimientos populistas y porque son altamente nacionalistas y hasta xenófobos. 


El discurso educado y sofisticado no les ‘habla’ y ya no les convence. Se sienten relegados por el crecimiento de la implementación neoliberal y creen en quienes les recuerda eso y les habla directamente solo para salir elegido. En efecto, tenemos colectivos de personas menos educadas y con mentalidades pre-modernas hoy más animadas a participar en la política, convencidas por la propaganda de un discurso de “grandiosidad y destino”, un discurso nacionalista populista (que reivindica su pérdida de estatus) que las derechas los representará mejor. 
Es una lucha entre niveles de conciencia, de posibilidad de empatía e inclusión; una lucha en la cual el ILIBERALISMO va ganando demasiado terreno, por ejemplo, en Estados Unidos y en muchos países europeos con democracias avanzadas que deberían seguir evolucionando en una expansión del liberalismo para dar el ejemplo al resto del mundo y sus nuevas democracias. Como muestra Moisés Naím, autor de “El Fin del Poder”, la anti política se impone fácilmente con personajes poco intelectuales, poco serios y que necesitan menos las estructuras de los partidos tradicionales. 

Para Naím, el “poder” se ha dispersado y quienes ostentan los poderes clásicos en las instituciones estatales ostentan un poder diluido. En esta situación candidatos “anti sistema” tienen más oportunidades de manejar percepciones según las diversas necesidades de la población utilizando un discurso más emotivo e informal. Llegar al poder se vuelve más fácil pero mantenerlo también se vuelve más difícil.
 Naím también cree que por todo ello la democracia seria, responsable y estable está en peligro. Como se indica en el siguiente vídeo en YouTube “el problema es que muchos de estos líderes que cargan la bandera de la anti política es que menosprecian reglas fundamentales de la democracia como hacer concesiones y buscar soluciones intermedias”  

https://www.youtube.com/watch?v=rCAdA2zMHwU 

Naím también no habla sobre “la revolución del más”…más gente con recursos difícil de controlar. Nos habla sobre “la revolución de la movilidad” la cual brinda más opciones a la gente que ya no queda bajo el poder (tradicional) de los poderosos. Y finalmente nos habla sobre “la revolución de la mentalidad” por la cual “los ciudadanos son más conscientes de quienes tienen prosperidad y no aceptan quedarse atrás” Desean más autonomía y no aceptan al autoritarismo que conocían. https://www.youtube.com/watch?v=LY73F1CWj3I Sin embargo, a mi modo de ver muchos buscando esta auto afirmación, identidad y autonomía pueden participar en la transformación de un tipo de autoritarismo por otro. Por ello nuevas formas de fascismo pueden surgir. Naím habla de la actual relevancia de los “micro poderes”. 


Hay mucha más personas con mucho poder, expectativas y conexiones forma núcleos que son difíciles de gobernar. Para que puedan participar inteligentemente y no se explotados por populistas que pretenden representarlos deberían ser personas más educadas de forma sólida e integral. Podríamos decir que un vasto e influyente empoderamiento de una población poco preparada intelectualmente, una población que participa más activa y desafiante en la política pero que también fácilmente resulta en una “población desbocada”, inmanejable y/o manipulable por demagogos que básicamente saben cómo representar sus sentimientos; población convencida de la ideología que les atrae; población testaruda que frecuentemente no desea escuchar buenas razones sino opciones sencillas, fáciles de entender y totalitarias. 


Con representantes políticos “payasos” se menoscaban los temas que deben tomarse en serio y se dan malos ejemplos a la población. Se arrestan las etapas de desarrollo psicológico de algunos niños y adolescentes que podrían sentir que el uso de la violencia para imponerse sobre sus compañeros es válido. El ejemplo de presidentes y primeros ministros autoritarios no solo menoscaba principios y valores democráticos sino que pone en peligro al orden mundial, la continua evolución social, la educación integral y las relaciones internacionales. Por sus caprichos, irracionalidad e inestabilidades, el equilibrio de poderes se vuelve más precario mientras que llegar a ser conductores del sistema político legitima sus actitudes anti democráticas.  


Una mayoría de personas empoderadas, tratando de incidir en el sistema político deben entenderse a sí mismas como partícipes de un gran todo importante que deben sostener y mejorar. De otra forma, si actúan cada uno por intereses privados, por consignas o por agrupaciones que no coordinan, podríamos llegar al caos. 


El futuro podría ser más sinérgico-anárquico si se crearan sistemas políticos que faciliten la toma de decisiones e implementación constructiva de forma colectiva. Quizás el sistema de participación directa llamado “Crowdocracy” (gobierno del colectivo o de la muchedumbre) sea un incipiente modelo a seguir; una posible aplicación que haría posible una forma de “anarquismo coherente” en el cual la sabiduría colectiva de la muchedumbre se auto gobernaría y el rol que quedaría para los “políticos” como representantes simplemente sería  el de implementar las decisiones. 


¿Cómo hacer para mejorar los sistemas políticos modernos para evitar elegir personas desequilibradas que pongan en peligro a todos? Esto no es comunismo donde autoridades enquistadas de un partido imponen lo que su líder o su comité decide en nombre de los demás bajo un credo ideológico inflexible. Esto no es una anarquía en el sentido peyorativo donde surge el caos porque cada uno quiere imponer lo que le da la gana. Esto evita las influencias de grandes intereses, lobis y monopolios que pueden ayudar a políticos para que sean elegidos o presionarlos cuando ejercen su autoridad.  Primero el colectivo toma decisiones y luego se eligen representantes pero solo para que implementen aquello que decidió el colectivo. Pero el colectivo debe estar organizado bajo ciertas premisas por las cuales las mejores decisiones tienden a triunfar. Ya no se trata de elegir a representantes con visiones propias por más bien intencionados que sean, ni tampoco de correr el riesgo de elegir a representantes de sí mismos o a personas que para ocupar cargos de poder prometen y dicen lo que sea necesario en los sistemas que llamamos “democracias representativas”.


El desarrollo del gobierno colectivo lograría una forma más entrelazada o “compleja” de utilizar la razón, la intuición y juicio individual sin depender excesivamente de expertos, de presiones sociales, de carismas, promesas y engatusamientos. La teoría es que, con votos completamente anónimos, sin presiones sociales, sin la influencia desproporcionada de expertos, donde todos participan bajo ciertas reglas o condiciones (empíricamente demostradas en experimentos sociológicos), las probabilidades son mayores para que se tomen opciones políticas más sabiamente. También, según los proponentes de esta alternativa, para que surja la sabiduría del colectivo o la muchedumbre deben haber muchas perspectivas, deben existir independencia para tomar decisiones, las personas más cercanas al problema que requiere una decisión política debe participar y los mejores elementos de todas las perspectivas deben ser integrados mas no promediados. http://crowd.ngo/ 


Pero las personas deben íntimamente (en lo que rige sus auto-identidades personales e intersubjetivas) desear el bien colectivo. Deben querer participar responsablemente. Pero ante la decadencia del poder institucional y la emergencia del poder disperso de las poblaciones, como respuesta hoy existe una reafirmación de estrategias anti democráticas anteriores: la exacerbación de lo local, del sueño de un pasado glorioso, el fascismo, el hiper nacionalismo, una reacción “anti sistema” autoritaria que a corto y largo plazo atemoriza y esclaviza y que – por falta de imaginación - se está utilizado  para (nuevamente) ostentar el poder institucional entreteniendo y aplacando a colectivos frustrados y ofendidos que buscan ser reconocidos.


¿Podremos en estas circunstancias reavivar el interés y la confianza en los mejores ideales y principios de la democracia liberal, la idea de justicia y libertad para todos, para que juntos participemos en superar sus defectos desarrollando sistemas sinérgico-globales más aptos para un mundo precariamente interconectado, o caeremos en un peligroso “caos inter tribal” que podría afianzarse como una serie de distopías o tecno dictaduras regionales llegando – por necesidad de supervivencia de la especie - a ser una dictadura global? Debemos intentar conocer otra forma de vida es posible salvando el valor intrínseco de la modernidad junto con lo mejor de las etapas anteriores de desarrollo cultural. Pero esto requiere un pensamiento conectivo que nos lleve a entender cómo distintas cosmovisiones y epistemologías que bajo la razón aristotélica parece incompatibles, pueden coexistir coherentemente como parte de modelos integrativos. 


Pero de forma paralela, necesitamos ir educándonos personalmente de forma transdisciplinaria y extender esta educación de forma masiva para que las democracias (que hoy dependen de poblaciones empoderadas y exigentes) funcionen con poblaciones empoderadas pero con un pensamiento integrativo-holístico-conectivo de forma más inteligente y evolucionen dentro del entramado vital o “complejidad”. Debemos convalidar lo esencial de las respuestas modernas, racionales, del iluminismo clásico mientras que simultáneamente reconocemos y cultivamos otras opciones más intuitivas y opciones dentro de nuevos modelos integrativos más comprehensivos. 


Las respuestas racionales-clásicas que inspiran la conformación de las (hoy menos creíbles) instituciones modernas son válidas pero insuficientes. Adaptarse a la situación actual exige un “incluir y trascender” hacia estructuras mentales y políticas más comprehensivas; no solo un descartar y reemplazar. En la respuesta evolutiva integrativa que se adapta a la complejidad actual, debemos conocer, preservar y validar lo moderno para trascenderlo y debemos educarnos, no solo con información sobre cómo llegamos a la situación histórica de hoy y cuáles son los fundamentos de diversas formas de llegar al conocimiento que la humanidad ha descubierto, sino aprendiendo a conectar transdisciplinariamente estas formas de construir y participar de la realidad. En pocas palabras, descubrir cuáles son las bases conceptuales comunes a todas las principales respuestas sobre la vida y sobre la realidad que la humanidad ha hallado en diversos lugares y eras.


Ya que el cambio que se necesita para poder convivir sinérgicamente y no de forma limitada y/o destructiva es algo realmente extraordinario y sin precedentes, necesitamos una vez más preocuparnos por entender a profundidad la naturaleza de la realidad. Necesitamos poder combinar organizadamente todos los conocimientos y principales respuestas al dinámico misterio de la vida y la existencia. Redescubriendo la importancia de lo más esencial empiezan las semillas de una cultura integrativa viva que necesitamos desarrollar, salvando, reparando, desarrollando y superando la modernidad en vez de solo criticarla o reemplazarla de una forma absolutista u otra. Por ello también es necesario reconocer los misterios y “anomalías” que no encajan con nuestros sistemas de creencias y epistemologías favoritas. Por ejemplo, la mediumnidad, el fenómeno OVNI, la telepatía, el contacto con seres inteligentes no-humanos, el rol de la conciencia, la evidencia de supervivencia a la muerte física, las precogniciones, deben informar a la emergente filosofía post posmoderna tanto como la física cuántica, teorías holográficas y las filosofías y escuelas de oriente y occidente, hacerlo verdaderamente de una forma coherentemente conectiva para llegar a una visión más amplia y madura, tomando en serio testimonios y evidencias “bizarras”, sin temor a nada, abandonando la actitud que ciertas cosas son ridículos “temas tabú” o estrictamente asuntos entretenidos, curiosos, atemorizantes y graciosos. 


También – para estar conscientes de nuestras tendencias y limitaciones - debemos tomar muy en cuenta los hallazgos de la psicología del desarrollo personal y los de la psicología moral que inciden directamente en nuestras preferencias políticas y porque participamos en ella como lo hacemos. Trabajos en psicología moral como Jonathan Haidt y Joshua Greene, autores de “Moral Tribes: Emotion, Reason and the Gap Between Us and Them” son fundamentales para educarnos acerca de nosotros mismos y para aprender a no participar en política principalmente de forma reactiva, inconsciente y simplista sino más bien meta consciente. En pocas palabras, nos puede ayudar a auto corregirnos cuando sea necesario. Y trabajos en psicología del desarrollo como “In Over our Heads” de Robert Kegan e “Integral Psychology” de Ken Wilber son fundamentales para educarnos acerca de las posibilidades que poseemos para superar el seguir de forma ciega nuestras tendencias políticas innatas. Múltiples investigaciones en psicología del desarrollo nos permiten entender que es posible mejorar como seres humanos superando formas de ser políticamente egoístas, descubriendo que el ser humano puede desarrollarse psicológicamente para identificarse con el bien común, inclusive a nivel planetario. 

El autoritarismo es una tendencia y preferencia sicológica exacerbada por el temor y la incertidumbre pero la educación y la cultura podrían suavizar o equilibrarlo permitiéndole existir constructivamente en nuestro mundo hoy. Ahora que muchos países europeos están ingresando en la “órbita autoritaria” tribalizarán y dividirán el orden mundial en mayor grado del actual? El rol de las democracias occidentales coherentemente establecidas que brindan un ejemplo a seguir a los pueblos del mundo aún estadios políticos pre-modernos (lo que Francis Fukuyama llama “estados patrimoniales” y “estados neo patrimoniales”) debería continuar. Su éxito  y su ejemplo deberían continuar. Sus compromisos creíbles con el ideal de la cooperación, con la igualdad de derechos, la paz y los acuerdos mundiales deben continuar sino cada cual tratará de hacer o imponer lo que sus líderes autócratas quieran…una receta para el caos, el desastre, el peligro, las guerras, la contaminación desbocada y, Dios no quiera, el de armas nucleares. 

¿Qué es el autoritarismo? (explicación en inglés) https://www.youtube.com/watch?v=5YU9djt_CQM

Necesitamos un shock y/o una revisión FUNDAMENTAL. Inclusive considerar a profundidad lo menos valorado: La METAFÍSICA. La Naturaleza de la realidad y de lo Real. ¿Se basa en lo Absoluto? ¿Podemos considerar lo Absoluto sin volvernos fanáticos? Podemos realizar una revisión integrativa del esoterismo y de las enseñanzas de las escuelas místicas no duales utilizando las filosofías integrativas (Filosofía Integral de Wilber, Complejidad de Morin, Transdisciplinaridad de Nicolescu, Realismo Ontológico y Meta-realidad de Bhaskar, Organicismo de Bahm, Metafísica Principialista de Schuon y otras) para descubrir y retransmitir coherencias conceptuales entre las creencias y paradigmas que - de forma desarticulada - separan a las personas. Mientras que cada uno de estos sistemas meta conceptuales tiene carencias, también ofrecen importantes eslabones como elementos vitales de un mosaico integrativo más completo y siempre en evolución. 


En este mosaico, lo espiritual, lo mental, lo físico, lo individual y lo colectivo se conjugan de forma armónica y para que ello sea posible, debe entenderse cómo todas estas variantes fundamentales pero relativas y mutuamente implicadas pueden derivar de una Realidad Absoluta no dual. Al entender esto, se pueden armonizar conceptualmente múltiples filosofías que aparentemente eran irreconciliables y competían por influir en la cultura. Por ejemplo, bajo esta aproximación filosófica integrativa se pueden entender como partes de una misma armonía y como mutuamente necesarias el materialismo y el idealismo y la existencia de Dios como el ser máximo personal e impersonal.


Y entender mejor cómo ocurre la conectividad conlleva a validad una educación ética de mayor responsabilidad personal. Por ello conectividad y responsabilidad son conceptos clave de esta educación. Más aún, muchos de los principios del pensamiento andino (complementariedad, paridad, reciprocidad, responsabilidad con la vida) y del pensamiento “no occidental” y “pre-moderno” de muchos otros pueblos son compatibles para ayudarnos a construir la nueva etapa educativa. Son compatibles con aspectos filosóficos post dualistas y no limitan la comprensión vivencial objetivar. Pero si seguimos siendo movidos por la búsqueda del entretenimiento constante, por el consumismo, la búsqueda de estatus y por el relativismo (en un mundo interconectado que requiere una población informada en los principios que conectan todo) podríamos caer en nuevos ciclos de guerras, en manos de dictadores y/o regímenes que prometen SEGURIDAD utilizando sistemas tecnológicos de supervisión, decisión y control cuasi omni presentes.
Como nos recuerda Moisés Naím, enormes poblaciones tecnológicamente empoderadas, frustradas, con grandes expectativas, rebeldes, más audaces, conectadas entre sí y con el mundo; poblaciones con mayores recursos propios de las emergentes clases medias se están volviendo inmanejables bajo gobiernos, instituciones y procesos políticos modernos clásicos o ’normales’. 


La situación que ya emerge no se puede ‘manejar’ con las prácticas y conceptos anteriores. Toda política puede ser retada. Es una nueva forma de “desborde popular y crisis de estado”. Pero el nivel de educación de esas poblaciones debe ser mucho mayor para que puedan poner las cosas en perspectiva y no caigan en manos de demagogos que ofreciendo soluciones simplistas se convierten en sus representantes, llegan al poder explotan sus sentimientos. Un pueblo empoderado sin educación necesaria es ingobernable y esperar que viertan sus esperanzas en líderes carismáticos no es la solución. Es una receta para un mayor caos mundial porque – por lo menos posteriormente a la Primera y Segunda Guerras Mundiales, en la era moderna los grandes conflictos se han evitado a través de la compromiso, el respeto común a las leyes, el intercambio y cooperación. Pero si muchas de las grandes “democracias ejemplo” del mundo se convierten en regímenes autoritarios que imponen una visión local de orden promoviendo gran desconfianza respecto a los extranjeros y las minorías mientras rechazan el cambio y la adaptación al través de una evolución cultural, ese orden mundial al menos en parte basado en compromiso y el sentimiento de pertenecer a una humanidad común se vería seriamente afectado.    

Dicho de otro modo, la decadencia de las democracias conlleva a un gran peligro mundial, al desdeño de los derechos humanos y de la naturaleza y si queremos sobrevivir de forma digna debemos evitar que esto se extienda y se vuelva permanente. Para ello, no solo debemos fiscalizar  a los dictadores que están nuevamente surgiendo ante una situación mundial que no se soluciona con dictadores. Debemos ayudar a que las democracias liberales sean bien utilizadas, que los países adopten verdaderas democracias para que pasen a su siguiente estadio evolutivo bajo nuevas configuraciones democráticas posmodernas y Post posmodernas (integrativas). E inevitablemente debemos co-crear una cultura y civilización planetaria integrativa basada en la conectividad y en el siempre actual lema “unidad en la diversidad”.
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AMPLIACIÓN, ACLARACIÓN DE IDEAS basado en una conversación con el filósofo Luis Enrique Alvizuri. En letras negras parte de los comentarios de L.E. Alvizuri. En letras rojas, mis respuestas. 

"En realidad, en la misma Revolución Francesa ya existían los poderosos que “desvirtuaron” los valores de la libertad, igualdad y fraternidad". No niego que "los poderosos" desvirtúen los movimientos más igualitarios y justos como el Liberalismo. Ellos pueden enquistarse en el poder formal  (gobierno y poder económico-cultural)  de los pocos sobre los muchos y ser nocivos y "amarrar" el sistema sea que fueren de derecha o de izquierda como Enrique Álvarez Vita acotó. También los poderosos de derecha y de izquierda han distorsionado o mal enfatizado las propuestas de Adam Smith. El asunto es distinguir entre esta actividad de "los poderosos" y los valores y principios liberadores e igualitarios humanista y de justicia del Liberalismo. De lo que se trata es de reconocer este abuso de poder concentrado en manos exclusivas (corporaciones transnacionales, el Council on Foreign Relations, los Iluminati (si es que existen)  o juntas revolucionarias) y tratar de remediar esto. Si caemos en un pesimismo del "siempre ha sido así" no lo haremos. 

"Decir que la gente quiere “mayor poder personal, libertad y vivir por una causa noble” no se condice con la numerosa información proporcionada por los antropólogos de todas las líneas en el sentido que lo que quiere el ser humano (“la gente”) no es igual en ninguna parte. Cada civilización, cada cultura, cada grupo humano ve la vida de diferente manera y no como la ve un intelectual europeo que “define” al ser humano a su particular criterio". Sé que es una afirmación difícil. Quizás pequé de afirmar algo en exceso. Pero, por otro lado, la antropológía generalmente exacerba al "relativismo cultural" que solo es correcto en parte.  Hay tendencias universales. Hay gran variabilidad pero no todas son diferencias. También hay patrones comunes en los grupos humanos según la observación por métodos etnográficos, psicológicos y antropológicos que hacen uso de variantes del estructuralismo como método. La búsqueda de estatus, jerarquía, deseo de poder, de participar, de colaborar, de reconocimiento, de vivir por causas trascendentales al yo personal según creencias, y la satisfacción de necesidades universales (escala de Maslow) son generales. Los descubrimientos científicos no solo son imposiciones eurocéntricas. En general, cuando reconocen que se puede vivir controlando más el medio ambiente y descubren poder hacer más de lo que físicamente podían las personas tratan de adoptar esto, cambia la cultura y surge la estratificación social que estaba latente en el estadio anterior. Surgen más reglas, más pasos y quehaceres. La producción de artefactos aumenta. 

Cuando más personas ven que pueden participar en las decisiones generalmente prefieren esto a menos que sean reprimidos. El orden social se vuelve más complejo y difícil la toma de decisiones que involucran a todos, pero psicológicamente se tiende a desear esto. La oferta de inclusión en el "Reino de Dios" que incluía y ensalzaba a los pobres fue sumamente seductora e influyente en el crecimiento de la Iglesia Cristiana. El olvidado, el oprimido, el esclavo se sentía INCLUÍDO con igual o más posibilidades de recompensa extra mundana que los ricos y poderosos. Es verdad que cuando los grupos humanos son pequeños y cuentan con poca tecnología para modificar su medio ambiente, tienden a ser menos jerárquicos y la división del trabajo es menor. Pero la complejidad tecnológica y la estratificación social aumentan conjuntamente y cuando descubren posibilidades tecnológicas modernas las desean adoptar.

La forma de vida de los cacicazgos complejos como muchos de los pueblos andinos pre-hispánicos no puede imponerse exitosamente en sociedades con el nivel tecnológico actual. Creo que solo algunos elementos de sus sabidurías y prácticas podrían y deberían incluirse de forma voluntaria. No hay que sobre-idealizar el pasado. Hay que aprender lo mejor del mismo pero corregir los errores del presente y construir mejores sistemas políticos.

"Hasta ahora la Historia no ha logrado demostrar que exista alguna “línea evolutiva” de la humanidad ascendente, como una escalera, que vaya de “menos a más”. Lo que se observa, por el contrario, es que con cada cambio hay cosas que pueden regresar a situaciones muy anteriores, como pasó con la misma Edad Media con respecto a la sociedad griega desaparecida dos mil años antes".  Es indudable que las sociedades horticulturales eran más complejas que las de caza y recolección; que las agrarias son más complejas que las horticulturales; que las industriales son más complejas que las agrarias y que las informacionales sonmás complejas que las industriales.  El proceso a hacia una mayor complejidad no es ineludible pero creo que es evidente que está ocurriendo en lineas generales. En el cuadrante inferior-derecho (sistemas sociales) vemos que imperios feudales han sido reemplazados por las primeras naciones-estados entre la era agricultural y la era industrial,luego estamos viendo a los estados corporativos en la era industrial avanzada, que estarían procedidos por comunidades de valor en la era de la información. Paralelamente en el cuadrante inferior-izquierdo o cultural el orden impuesto por un acuerdo teocrático mítico fue reemplazado por el orden científico-racional moderno y este estaría siendo reemplazado por el orden pluralista o igualitario posmoderno. Todos estos órdenes y sistemas sociales aún no serían integrales puesto que en ellos asumirían que las otras formas de pensar están equivocadas o son inferiores. No necesitamos mejores reinos ni mejores dictaduras porque en ellos y ellas no se trabaja bajo la idea de humanidad como un todo.

Solo en el estadio integral o integrativo se valora e incluye lo mejor de todas las etapas.  El populismo nacionalista fascistoide, la era de la "post verdad" puede ser un retroceso temporal o poner en peligro a toda la humanidad deteniendo el progreso de los estados corporativos hacia las comunidades de valor y luego hacia el común integral. 

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¿"Cuáles son esos pueblos y economías sostenibles? ¿Se está hablando de Europa y Estados Unidos como una sociedad “ideal”, perfecta, modélica y que hay que “conservar lo más posible de su amenaza fascista”? Creo que este es el punto medular que preocupa a todo el establishment mundial: que les quieren cambiar su mundo, sus reglas y, lo más importante, su control. ¿Por qué los que no pertenecemos a Occidente tendríamos que considerar que lo más importante sea “conservar el orden como está”? ¿Por qué tendríamos que pensar que este mundo de mercado y capitalismo “es lo mejor que podría pasarle a la humanidad”? Justamente lo que digo es que NO hay que conservar el orden como está. No pienso que Estados Unidos y Europa sean perfectos. El mundo de mercado y capitalismo está fuera de control. Han desmantelado las medidas de Roosevelt y "neoliberado" a las transacionales y grandes bancos que frecuentemente no pagan impuestos y que para defenderse han tomado control de la política. Han congelado los salarios y creado una gran frustración en la clase trabajadora que ha sido exacerbada por Trump por el etnocentrismo y la xenofobia. Además creo que el capitalismo corporativo monopólico que controla al sistema Liberal moderno es algo muy negativo que hay que erradicar. Lo que hay que defender son los valores y lo verdaderamente democrático que hay en el sistema político Liberal (no el neo liberalismo económico que está desbocado). Es una etapa necesaria y previa a etapas más justas e integrativas (las comunidades de valor posmodernas igualitarias de la era de la información y elcomún integral). El hecho que haya sido pensada en Occidente no resta que sea superior como alternativa que puede INCLUIR sin destruir a todos los pueblos de la Tierra que pueden aportar al bien común. La idea de HUMANIDAD es moderna, racional,mundo céntrica, Liberal. La idea de JUSTICIA para todos por lo general no es tribal sino Moderna, Liberal. Muchos pueblos antes de esta etapa solo pensaban en su propia grandeza y conquista de los "otros" y sin pensarlo dos veces forzaban a sus miembros a ir a la guerra.  El concepto de "humanidad" y de "los derechos universales del individuo" son parte de la modernidad. Son necesarios para poder pensar de forma que se incluya a toda la HUMANIDAD de forma planetaria y superar las divisiones cada vez más anacrónica e innecesarias.  No es la modernidad y el Liberalismo lo que constituye el problema principal sino quienes (en un nivel de consciencia inferior al necesario para vivir en la modernidad)...distorsionan y controlan a la modernidad y a los productos del Liberalismo y de la razón. Trump y los nacionalistas actuales, además de los oligarcas que dirigen los grandes consorcios (que ya no pueden ser considerados "capitalistas" en el sentido clásico), manipulan un sistema político distorsionando sus valores.  La rebelión anti sistema y etnocéntrica que Trump falsamente encarnó fue una forma para llegar al PODER pero nuevamente estamos hablando de RETENER UNA FORMA DE  PODER CLÁSICO (los pocos sobre los muchos). Lo que necesita la verdadera rebelión anti sistema es trascender la modernidad actual preservando aspectos pero liberándose del control oligárquico. 

"Quisiera creer que se trata efectivamente de una visión distinta, de un camino totalmente diferente al que ya se ha visto antes, pero la idea de que el pueblo sea el que decida es tan antigua como la propia humanidad. Todos los pueblos de la Tierra, de ahora y de siempre, han elegido sus líderes (no todos a la manera como lo quiere Occidente, y ahí está la diferencia); así es cómo se han desarrollado a lo largo de los siglos, con buenos y malos momentos como en todo. Siempre que los líderes han abusado o equivocado el camino estos pueblos han terminado por rebelarse colocando a otros en su lugar".  Justamente, elegir "lideres" sería cosa del pasado cuando lleguemos  (si llegamos) a la etapa integrativa. Sería una verdadera revolución radical y un cambio histórico sin precedentes. Además, los que se encargarían de implementar lo que TODOS han decidido a través de una democracia potenciada pasarían por un tamiz psicológico para que sean personas sin patologías,con valores colectivos, honradez. Se implementarán formas que facilitan que surja la sabiduría colectiva. Si seguimos eligiendo "líderes" caeremos en los mismos peligros de antes,sean estos de derecha, izquierda, teocráticos, populistas, y de todas las variantes. Siempre se formarían grupos  de exclusión y privilegio con presiones sociales por reafirmarse. A veces los líderes electos o hereditarios que "han equivocado el camino" han permanecido en el poder (clásico) por mucho tiempo al controlar todas las principales instituciones y a las fuerzas armadas. Debido al nivel de conexión actual y el nivel tecnológico actual elegir "lideres" es demasiado peligroso. La democracia debe evolucionar pero debe permitírsele evolucionar y ahora ingresa en una etapa peligrosa donde los estados corporativos se enfrentan a una respuesta populista regresiva pero con "líderes electos" que les facilitarán aún más su neo liberalidad y poder. Aferrarnos a la necesidad de "líderes electos" (democracia representativa) es insuficiente. Corremos el riesgo que sean grandes locos megalomaníacos y nos lleven al desastre. Habrían que implementar formas democráticas anárquicas y simultáneamente comunitarias pero con patrones que las hacen prácticas, sinérgicas, adaptivas, funcionales. Sugiero que estudiemos experimentos para mejorar los procesos de decisión colectiva lo cual está gestando nuevas posibilidades para salir de lo mismo de siempre, por ejemplo los experimentos de la profesora Helen Landernore “Democratic Reason: Politics, Collective Intelligence and the Rule of the Many”. 

"Yo particularmente considero que el hecho que desaparezca el mundo actual como está no será nada malo sino, por el contrario, será algo profiláctico, con la ventaja que lo que pueda venir después de él sea algo mucho mejor. Es una esperanza pero nadie puede decir que esto no sea posible, y si es posible entonces no es malo intentarlo". Un problema es que podríamos caer en una distopía horripilante con bandas de forajidos imponiéndose por la fuerza, si es que no sobreviene una hecatombe nuclear que antes acabe con todos nosotros, incluyendo a muchísimos animales inocentes y a muchísimas especies de plantas de la Tierra. También hay que tener cuidado con no sobre MITIFICAR o romantizar que un retorno al pasado es mejor. La intolerancia pre-moderna (tribal y teocrática) con continuas guerras en el pasado por lo general fue peor. Un mayor % de la población moría joven y en actos de violencia. Tenían esclavos. sacrificaban a guerreros de otras tribus y se creían únicos, dueños de la verdad, exclusivos y mejores que los otros grupos humanos. No cuestionaban sus creencias. O eras parte del consenso o te hacían a un lado y descartaban aún más que lo que ocurre hoy que hemos sido mentalmente colonizados por el consumismo. Hay que reconocer que nuestra conversación es posible gracias a los valores del racionalismo, de la Ilustración que son parte de la modernidad. Por supuesto que pensar así de forma exclusiva es parte de los errores de la modernidad y su razón instrumental pero,en sí, la razón instrumental, el pensamiento racional-lógico (que promueve al individualismo) es necesario como una etapa de diferenciación y clasificación de la realidad para luego pasar a una etapa donde la intuición, la complementariedad, el saber colectivo pueden ir de mano en mano a la razón instrumental lógica. De esta forma puede llegarse a formas de pensar post clásicas que incluyen  y superan a las anteriores. Pero no se pueden saltar etapas. Primero hay que aprender a diferenciar. 

"En cuanto a las otras “soluciones” planteadas también desde tierras occidentales, creo que la respuesta no puede provenir desde el corazón del propio mal; la cura no puede ser dada por el propio enfermo. El enfermo en agonía es Occidente, y no se trata de curarlo sino de enterrarlo para dar paso a una nueva civilización, sea cual sea ésta, pero que nos dé la solución o por lo menos nos acerque más a ella". "OCCIDENTE" no se puede generalizar. Tiene elementos que nos han permitido reconocer que en el mundo existe mucha más variedad de lo antes conocido. Tiene elementos más inclusivos y que llevan la delantera respecto a la inclusión de la realidad a nivel planetario pero que NO DEJA DE SER PARTE DE LA HUMANIDAD. Bajo otras circunstancias históricas,geográficas,etcétera, podría haberse dado en Oriente o en "las Américas" donde se hubiese llegado a la modernidad y a la democracia liberal. Pero creo que hubiera sido muy parecido, siguiendo el patrón de desarrollo psicológico de una persona transpuesto a nivel social y cultural, solo que en otras latitudes y longitudes. "Occidente" ya de por sí es una amalgama de muchas ideas y tradiciones, intercambios culturales no solo de la cuenca Mediterránea. Y sus productos culturales no están unificados sino que son diversos. Incluyen a grandes ideas y a abusos por grupos, individuos e intereses que distorsionan el poder clásico. La idea de "Occidente" y lo que se puede producir desde "Occidente" es algo más complejo. 

La capacidad de auto crítica de creencias es algo fundamental que existe en "occidente" para adaptar la vida humana a una interconexión y pluralismo planetario más allá de doctrinas exclusivistas que también existen en "occidente". Desde "occidente" hacemos esta crítica y podemos cuestionar e intentar corregir errores para que el alcance de esta influencia no sea explotadora y supresora de otras sabidurías. La idea de proteger a la naturaleza y la idea QUE DEBEMOS RESPETAR derechos universales y pluralismo también son de "occidente" y nacen de un sentir más amplio, y una capacidad para identificarse con más participes de la realidad; capacidad que también se va desarrollando en "occidente".  Sin "occidente" extendido por el mundo, aún veríamos reinos culturales aislados tratando de imponerse sobre otros reinos culturales aislados..."aislados" por la falta de auto crítica propios de una consciencia "mítica" que sobre valora exclusivamente la religión y creencias propias. Por lo menos "occidente" (el "occidente" moderno) tiene mayor capacidad de auto crítica a pesar de haber sido demasiado dominado por diversos intereses y grupos de poder.

A mi modo de ver, las democracias liberales son - en esencia - más inclusivas que los sistemas políticos anteriores. Tienen problemas como un excesivo énfasis en el pensamiento lineal y en valorar tanto al individuo (en su momento para liberarse del feudalismo) que se pierde contacto con la comunidad y con la naturaleza.  Pero también ,a mi modo de ver son parte de una etapa necesaria para llegar a etapas mejores y poseen la posibilidad de auto mejorarse. además (basado en parte en la psicología del desarrollo y en la psicología moral), pienso que el "corazón mismo del mal" no proviene de "Occidente" en sí sino de los niveles de consciencia disponibles en los actores sociales que manejamos; unos pocos aptos para vivir en democracia liberal moderna y otros no aptos (secuestrando esos ideales y los procesos políticos modernos).  Pienso que el "corazón mismo del mal" es a nivel planetario,en oriente y occidente,en  el norte y el sur, ahí donde existan personas con un nivel de empatía inferior al que en el cuadrante superior izquierdo del diagrama se denomina como "orange" (naranja). Estas personas no se identifican mundo céntricamente pero pueden funcionar cognitivamente en un nivel "moderno" (lo cual solo requiere una auto identificación lógica, utilitaria, distante y sin empatía). Sin embargo, a nivel de sus valores, empatía e identificaciones personales podrían estar funcionando de forma que aún creen en la imposición de una verdad cultural religiosa y/o etnocéntrica incuestionable y absoluta (quizás de una religión o doctrina política de derecha o de izquierda). Solo pueden creer en esto de forma autoritaria y mítica para imponer visiones teocráticas, políticas dogmáticas y/o etnocéntricas según las creencias disponible en su entorno y con las que se han fanatizado . Luego también hay otros que, funcionando aún más primitivamente bajo un nivel de auto afirmación egoico por sobre el bien social también pueden utilizar los sistemas políticos modernos para imponerse ellos o sus intereses comerciales por sobre los demás. Estas son las influencias que contaminan a las democracias liberales y retrasan su evolución hacia formas verdaderamente más universales y justas.   

"Aquí no hay “malos gobernantes occidentales” responsables de lo malo (que es la excusa que siempre se esgrime); estamos ante una política de expansión civilizacional que va más allá de lo que un buen o mal gobernante pueda hacer (además que un buen gobernante lo es para el país donde gobierna y no para el país que explota). Occidente tiene figuras emblemáticas, como Churchill por ejemplo, quien es visto como “el mejor de los gobernantes” a pesar para los pueblos que él arrasó con sus ejércitos no lo ha sido.

Creo que esto es lo que le falta a este proyecto que no niego es bienintencionado pero que, reitero, sin la participación directa y activa de todos los involucrados (o sea de la humanidad entera, no solo de los intelectuales de Occidente) no será más que un “salvemos a Occidente para que siga gobernando el mundo”".  Perdón pero en mi apreciación Sí hay malos gobernantes occidentales! No digo que todo lo occidental sea bueno!  Digo que hay que descontaminar, corregir y permitir que la democracia evolucione, primero para que pueda aplicar sus ideales de fraternidad, igualdad, libertad y justicia y también para que sea aún más justa para con todos. Justamente, el "Crowdocracy" experimental y lo que Susan Lavermore está estudiando son algunas de las formas que rompen con casi todos los esquemas y que se acercan a lo que serían propuestas comunitarias "no occidentales" (quizás cercanas a procesos de toma de decisiones andinos tradicionales). También tienen elementos de propuestas anárquicas. Serían algunas de las nuevas formas políticas posibles que contrarrestarían el control plutocrático (que bajo el populismo podría pasar de un actual "socialismo corporativo" a una oclocracia y/o a dictaduras neo fascistas tecnocráticas). Si decimos que "el poder" siempre evitará esta evolución, estamos coadyuvando a que alguna variante de ese "poder clásico" (de las minorías imponiéndose sobre las mayorías) se mantenga vigente; un tipo de "poder" sometido a caprichos personales, expectativas sociales, falsas promesas, intereses económicos, siedo demasiado riesgoso en la actualidad, no solo porque los gobernantes o representantes elegidos (en los que al fin y al cabo "hay que confiar") no son verdaderos "aristócratas" en el buen sentido de la palabra sino porque en sistemas complejos como los actuales deberían haber formas de tomar decisiones en las que la sabiduría de todos se facilite y emerja. 

Giorgio Piacenza

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